Zapatos que dan la talla
El comercio en línea, tan en tendencia en estos días, es una herramienta en la que cada vez más empresas basan su modelo de negocio. Sin embargo, dentro de este vasto universo, hay casos, como el de la empresa Andrés Machado, que destacan por su singularidad. Esta compañía, ubicada en el municipio de Santa Pola en Alicante, ha logrado exportar zapatos de tallas especiales a casi todos los rincones del mundo, cubriendo así un segmento de mercado bastante desatendido. El crecimiento constante de las ventas demuestra la acertada decisión de la empresa.
Amanda Machado es la CEO de esta firma, la cual fundó su padre, Andrés, en 1999, cuando estableció una red de tiendas físicas de calzado en toda España. Sin embargo, la transición al comercio electrónico ocurrió más tarde, en 2008, en un momento en que vender cualquier cosa en línea aún parecía algo cercano a la ciencia ficción. Según explica, «optamos por el comercio en línea para vender las tallas grandes de zapatos que quedaban en nuestras estanterías, y comprobamos que se agotaban en muy poco tiempo».
La empresa no posee una fábrica propia, sino que encarga a terceros, dentro de la misma provincia, la fabricación de los modelos que ella misma diseña y luego comercializa bajo la marca Andrés Machado. «Dado el éxito que experimentamos», destaca la CEO, «decidimos ampliar la gama de tallas, primero con las tallas grandes y luego con las pequeñas. Los resultados nos respaldaron, hasta el punto de que finalmente nos especializamos exclusivamente en estos segmentos y dejamos de lado las tiendas físicas para centrarnos por completo en el comercio en línea».
La empresa ofrece tallas desde la 32 hasta la 35 en modelos pequeños, y desde la 42 hasta la 46 en calzado femenino y hasta la 50 en calzado masculino en el caso de las tallas grandes. Todos ellos llevan el sello ‘Made in Spain’ como garantía de calidad. «Los destinatarios de este tipo de artículos», explica Machado, «suelen tener pies delicados, por lo que ofrecemos calzado de piel para uso en exteriores y de fieltro de lana para uso en interiores».
La empresa también comercializa calzado fabricado con materiales sintéticos producidos en Asia, pero bajo otra marca llamada Andypola.
Para su expansión internacional, la empresa se ha apoyado en Amazon. Inicialmente, en 2012, comenzaron a vender en Alemania, que en ese momento era el único país en el que la plataforma podía vender calzado. Posteriormente, expandieron su presencia a toda Europa a medida que se sumaron otros países. «Esto nos ha ayudado a hacernos conocidos, y en la actualidad podemos decir que vendemos en todo el mundo, ya que el comercio en línea nos permite llegar a muchas fronteras», destaca.
El negocio ha experimentado un crecimiento muy positivo, y la empresa no ha sentido el impacto de la pandemia a pesar de que el sector del calzado fue uno de los más afectados debido a la suspensión de eventos sociales. «Nuestra línea de calzado para uso en casa fue nuestra salvación, ya que comenzamos a recibir numerosos pedidos cuando las personas se quedaron en confinamiento. En realidad, salimos beneficiados», recuerda.
Las cifras de ventas lo demuestran, ya que pasaron de 125,000 pares de zapatos en 2019 a 128,000 al año siguiente, en plena crisis sanitaria. En 2021, alcanzaron los 143,000. La facturación también ha aumentado en este período, pasando de 2.6 a 2.9 millones de euros.
Amanda Machado tuvo que asumir la dirección de la empresa en 2013, cuando tenía solo 23 años, debido al repentino fallecimiento de su padre. Al principio, enfrentó ciertas dificultades. «No sé si fue porque los clientes me veían como inexperta o debido a mi género, aunque después ya no he tenido ningún problema», relata.
La empresa se encuentra en pleno proceso de expansión, y en la colección del pasado verano, introdujeron tallas intermedias de piel que han continuado en la colección de invierno. Esta nueva apuesta espera tener éxito en el vasto universo de internet.