Los Reyes Magos retrasan sus compras de juguetes y acentúan la estacionalidad
El origen de lo que hoy en día es la principal región de fabricación de juguetes en España, la provincia de Alicante, que representa más de una cuarta parte de la industria nacional, tiene sus raíces en la evolución de dos actividades tradicionales entre finales del siglo XIX y principios del XX. En Onil, la alfarería fue la que dio inicio a la producción de muñecas de barro, mientras que en Ibi, los fabricantes de hojalata vieron la oportunidad de replicar en miniatura cubiertos, platos y otros utensilios domésticos.
Desde entonces, el sector se ha enfrentado constantemente al mismo desafío: la dependencia de aproximadamente el 75% de sus ventas en torno a las festividades de Navidad, especialmente la de Reyes. Este año, esta situación se acentúa aún más debido a la incertidumbre económica y la disminución del poder adquisitivo causada por la inflación, lo que ha llevado a los Reyes Magos a retrasar sus compras hasta el último momento.
A pesar de ello, la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) se muestra optimista. Su director, José Antonio Pastor, asegura que en los hogares con niños, los juguetes estarán presentes en la celebración de Reyes, considerándolos casi como un bien de primera necesidad. Pastor confía en que la facturación final del sector crecerá un poco más del 2% este año, lo que permitirá recuperar los niveles previos a la pandemia en el mercado interno y alcanzar una cifra de ingresos de alrededor de 1.700 millones de euros, entre ventas nacionales y exportación.
Este moderado optimismo también es compartido por José Miguel Toledo, CEO de Famosa, la principal empresa de juguetes en el mercado español, con una facturación de 228 millones de euros y una presencia significativa en Portugal, México y otros países, y que ahora es propiedad de la italiana Giochi Preziosi.
Famosa, conocida por marcas como Nancy, Pinypon o las Bellies, ha lanzado este año una nueva línea de muñecas llamadas Trotties, junto con una serie correspondiente, lo que demuestra su confianza en la recuperación. Además, están trabajando en reducir su dependencia de Asia y aumentar la fabricación en la zona euromediterránea, lo que incluye más inversión en su planta en Alicante, donde ya producen el 70% de sus juegos de exterior de la marca Feber, como toboganes, casas y coches.
Este interés en relocalizar o acercar la producción podría representar una oportunidad en el futuro para las fábricas de muñecas tradicionales que han sobrevivido en Onil, a pesar del mayor costo de sus productos este año. Un ejemplo es Berjuan, una pequeña empresa que produce entre 120,000 y 160,000 muñecas al año, dirigida a un segmento de mercado que valora la calidad y el «Made in Spain». Sin embargo, este segmento se ha reducido en un 30% este año debido a la percepción negativa sobre la economía, lo que ha desviado parte de la demanda hacia juguetes de gama más baja.
A pesar de esto, Berjuan ha cerrado acuerdos con multinacionales interesadas en encontrar proveedores cercanos para el próximo año, lo que les da esperanzas de recibir más pedidos en los años venideros.